jueves, 14 de agosto de 2008

Hacia 1984

Si no se os ponen los pelos de punta con la nueva legislación que pretende introducir el gobierno del Reino Unido, entonces esta sociedad merece su futuro: dejar de ser una sociedad democrática y libre para convertirse en una sociedad policial y ordenada. Ordenada desde el poder, por supuesto.

Snooper's charter' to check texts and emails

La ley obligará a las compañías a guardar los datos de los emails que envíes, todo tu historial de navegación por Internet e incluso registrar tus llamadas por VoIP. Por otra parte la ley permitirá a una miríada de organismos públicos acceder a esos datos sin necesidad de supervisión judicial. Incluso a los organismos más lejanos en funciones a la investigación de delitos terroristas, que es la excusa que sirve para implantar este tipo de medidas, como por ejemplo Hacienda o la Seguridad Social.

When the measure was floated after the London bombings in 2005 by the then home secretary, Charles Clarke, it was justified on the grounds that it was needed to investigate terrorist plots and organised crime. But the Home Office document makes clear that the personal data will now be available for all sorts of crime and public order investigations and may even be used to prevent people self-harming.


Esta frase de otro artículo define muy bien la situación actual de pérdida de los valores que definen (¿definían?) a nuestra sociedad occidental:

It seemed to me that the essence of our civilisation hung in the balance as, one by one, those values by which I thought we were defined - freedom of the individual, habeas corpus, the right to privacy, the right to jury trial - came under attack from our own governments.


Y si bien esta ley es del Reino Unido, es el resultado de la trasposición de una directiva europea. Eso significa que en breve tendremos una ley similar en España.

La telepantalla recibía y transmitía simultáneamente. Cualquier sonido que hiciera Winston superior a un susurro, era captado por el aparato. Además, mientras permaneciera dentro del radio de visión de la placa de metal, podía ser visto a la vez que oído. Por supuesto, no había manera de saber si le contemplaban a uno en un momento dado. Lo único posible era figurarse la frecuencia y el plan que empleaba la Policía del Pensamiento para controlar un hilo privado. Incluso se concebía que los vigilaran a todos a la vez. Pero, desde luego, podían intervenir su línea cada vez que se les antojara. Tenía usted que vivir -y en esto el hábito se convertía en un instinto- con la seguridad de que cualquier sonido emitido por usted sería registrado y escuchado por alguien y que, excepto en la oscuridad, todos sus movimientos serían observados.
George Orwell. 1984.

1 comentario:

Morpheus dijo...

Es realmente espeluznante, eso sí, sigamos votando a los de siempre!

Que ganas tengo de que el PIRATA salga a las elecciones europeas.